Contra la ley del patrón, los trabajadores en lucha

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Febrero de 2018

El abuso laboral no conoce límites. Las empresas buscan mil formas de aprovechar la mano de obra al menor costo posible. Las recientes denuncias de UGT a Deliveroo, Uber, Glovo, por su utilización de la figura de ‘falso autónomo’ ha puesto a la orden del día estas prácticas que por desgracia son muy comunes. Han sido los casos de Uber o Cabify a raíz de sus fórmulas para gestionar el transporte público, que han puesto en evidencia los métodos de contratación empleados.

Los trabajadores de Deliveroo en Valencia han ganado el pulso que mantenían con su empresa. Ahora la justicia ha dado la razón a estos, la sentencia reconoce que “la relación que unía a estas personas con la mercantil de referencia encubría una auténtica relación laboral”. Además la Inspección exige a la empresa el reintegro de 160.000 euros en las cotizaciones a la Seguridad Social de al menos 50 de los empleados.

Los trabajadores de Deliveroo denunciaron el año pasado ante Inspección de Trabajo a su empresa por su condición de ‘falsos autónomos’, además el pasado julio convocaron una huelga como medida de presión. Estos trabajadores están hartos de tener que pedalear por un salario mísero, salario que es fijado por la empresa y sin posibilidad de ser negociado, sin alta en la Seguridad Social. Además no contempla que tengan derecho al salario mínimo, a bajas, y a otras prestaciones básicas incluidas en la regulación laboral española. En fin, de trabajar prácticamente gratis y sin ningún tipo de cobertura. Esta situación denigrante se produce también en las empresas Glovoo, Just Eat y otras, cuyos trabajadores deberían seguir el ejemplo y denunciar. Ya en Madrid, Barcelona, Galicia y Sevilla también hay denuncias presentadas contra este modelo de precariedad laboral.

Luego tenemos la hipocresía de nuestros políticos, que cargan con todo tipo de responsabilidades y reglamentaciones a los trabajadores, a la par que de puertas para adentro de las empresas hacen a su antojo. Así el Gobierno es totalmente permisivo con estas prácticas sobre las que no hay ningún control. Además Inspección de Trabajo cuenta con escasos medios y personal para llevar a cabo una amplia labor de control e inspección, sobre todo en las grandes empresas, donde las normas y derechos laborales o sindicales son ignoradas o incluso sancionadas por el empresario, campando a sus anchas, como el amo en pleno siglo XXI. La prueba está aquí mismo, han sido los propios trabajadores de Deliveroo los que han pedido que se realice una “oportuna inspección de trabajo” que pueda levantar “las correspondientes actas de infracción, liquidación o sanción”. Vemos lo poco que importan los trabajadores para los gobiernos, sean del partido que sean. Una muestra más de la inacción de los de siempre, que hablan de leyes y normas para dejar las manos libres al empresario, la única verdad es que el trabajador se encuentra desprotegido por esas mismas leyes que privilegian los de siempre.

La reacción de la empresa Deliveroo no ha tardado en producirse, amagando con pérdidas de 54.000 empleos si les reconocen los derechos a los repartidores; es el momento del chantaje, el colmo de la desfachatez. Además de poder explotar impunemente al trabajador, esas mismas empresas que tienen todas las garantías y respaldos para hacer y deshacer a su antojo, se apresuran a lanzar toda clase de pronósticos negativos cuando se les pone en el punto de mira por sus malas prácticas. Aducen que las contrataciones caerán, llevando al paro a muchos trabajadores; la economía al bajar las ventas, arrastrará a otras empresas y se resentirá, etc… Y en estas burdas excusas se contradicen a sí mismo muchas veces, creen que son los salvadores y su labor imprescindible; o la explotación laboral o el paro, llegan a decir.

Sin embargo las empresas que practican este tipo de relación laboral, les gusta llamarle ‘economía colaborativa’, queriendo dar un aire de modernidad a una forma de trabajo desechada y antisocial.

Contra estos ataques, contra estas muestras de poder del empresario y para exigir empleos y salarios dignos, la lucha de los trabajadores de Deliveroo es el camino, estas acciones hay que extenderlas, recuperar las luchas en los centros de trabajo y empresa por empresa. Contra la ley del patrón está la unión y lucha organizada de los trabajadores, que cuando aparece muestra que se pueden cambiar las cosas.