José Antonio, trabajador de astilleros en Cádiz: con secuelas por accidente laboral y teniendo que luchar contra la administraci

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Octubre de 2022

Este trabajador gaditano está denunciando su situación desesperante; fue calderero-tubero durante una década en empresas auxiliares del sector, hasta que un accidente laboral lo ha dejado imposibilitado para desarrollar su profesión, tras operarse la rodilla. Cinco años después del accidente, usa muletas para andar, con mucha dificultad, y no aguanta mucho tiempo de pie.

“Como no me concedan la incapacidad permanente total no sé cómo lo soportaré. Quiero lo justo, ni más menos”, sostiene. Con la incapacidad permanente total que reclama, José Antonio podría cobrar una pensión del 55% de la base reguladora por no seguir poder ejerciendo como calderero-tubero, algo que podría compatibilizar con otros empleos. “Yo quiero trabajar, no estar en mi casa”, asegura. “La cuestión es que la cotización en los Astilleros es muy alta y no conviene que me la den. La clave es el dinero y mi edad, porque tuve el accidente con 37 años”.

Su caso está en los tribunales a la espera de resolución final, pero sea como sea el veredicto -en la mayoría de los casos no hay que esperar mucho de instituciones que sirven al poder establecido- los trabajadores no podemos mirar para otro lado y debemos difundir y denunciar que los trabajadores somos para la patronal, incluso cuando se trabaja para empresas públicas, una mercancía más a la que sacar beneficios y exprimir hasta no poder más. Y esta situación se puede revertir, ¡luchando!

¡Solidaridad con José Antonio!