Lo que pagan las empresas: el mundo al revés

печать
Noviembre de 2022

Según se desprende de las últimas estadísticas publicada por la Agencia Tributaria, pagan más tributos –en proporción- las empresas chicas que las grandes: ¡el mundo al revés! Las empresas que más facturan pagan en el Impuesto de Sociedades sólo el 5% de sus beneficios, mientras que las pequeñas empresas tributan tres veces más que las grandes compañías, aproximadamente un 16% de sus ganancias. ¡Más tienes, menos pagas! Las estadísticas de las que hablamos han sido publicadas en la prensa y están referidas al Impuesto sobre Sociedades del año 2020. ¿Cómo es posible esta lógica que escapa al sentido común?

Las empresas que facturan más de 1.000 millones de euros anuales tributan a un tipo efectivo del 19,34% sobre la base imponible, pero baja al 5,11% si se trata sobre el resultado contable, esto es ¡el beneficio real! ¡Hecha la ley, hecha la trampa! Pero aún hay más: si nos fijamos en el tamaño de la empresa no por su facturación, camuflada además por todo un ejército de contables y asesores, sino por su número de trabajadores, las grandes empresas tributan a una media de 17% sobre la base imponible, el más bajo entre las empresas; pero si se tiene en cuenta, una vez más, el beneficio contable, lo que pagan no llega al 4%.

Así, esta semana en las cuentas recién presentadas por el Banco Santander, se declara un beneficio de 7.316 millones hasta septiembre e Iberdrola 3.104, un 25 y 29% más que en 2021.

Mientras esto ocurre, políticos y comunidades autónomas nos tienen entretenidos a ver quién baja más los impuestos y hace las mejores rebajas fiscales, ya sean de la derecha o de la izquierda, montando un circo cada día, para ocultar el hecho de que son los trabajadores y la población en general, los que hacen funcionar la sociedad y por tanto son los “hacedores” del beneficio empresarial, que se construye colectivamente para finalmente, ir a engordar bolsillos individuales. Por igual motivo, también hay que ser conscientes de la enorme fuerza potencial que ello constituye porque si los trabajadores se paran… ¡se paran los beneficios empresariales!