Reino Unido: todos a la calle el 1 de febrero

Febrero de 2023

Más de 1,2 millones de trabajadores salieron a la calle en toda Francia el pasado jueves para protestar contra la proposición de reforma de las pensiones públicas, que incluye el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años. Las escuelas cerraron y los transportes se detuvieron cuando los trabajadores salieron a unirse a las protestas. El 31 de enero está prevista otra huelga “general”, convocada por los ocho mayores sindicatos franceses. Un día antes de que “nuestro” TUC (Congreso de las Tradeuniones) convoque su “Día Nacional de Acción” para “proteger el derecho de huelga” contra el proyecto de Ley de Servicios Mínimos del gobierno, que pretende impedir las huelgas totales en los servicios públicos “vitales”.

Mientras tanto, la lista de nuevas huelgas sigue creciendo. Esta semana, los trabajadores de Amazon en Coventry harán su primera huelga “oficial”. Y más días de huelga han sido anunciados por paramédicos y enfermeras, mientras que 45.000 médicos en formación de la BMA (Asociación Médica Británica) están en medio de su primera votación de huelga desde 2016 (otros ya han votado por la huelga). Los trabajadores de Royal Mail están volviendo a votar para continuar su huelga, ¡y los ferroviarios ya lo han hecho!

De hecho, el 1 de febrero se producirá la mayor huelga desde que comenzó esta oleada de huelgas hace 6 meses. Profesores, funcionarios, universitarios, maquinistas (y puede que bomberos) estarán en huelga. En total, ¡más de medio millón de trabajadores en huelga!

Es un paso adelante. Aunque muchos trabajadores saben que es una verdadera huelga generalizada lo que se necesita para romper el actual estancamiento. En otras palabras, la fuerza máxima -es decir, todos los trabajadores en huelga y permaneciendo en huelga, todo el tiempo que sea necesario- para ganar lo antes posible.
El hecho de que los líderes de los sindicatos ferroviarios y postales hayan tenido miedo de convocar huelgas “totales” en los últimos 6 meses significa que le han hecho el juego a los gobiernos y patronal. Les guste o no, han actuado en connivencia con la otra parte, que ha utilizado deliberadamente tácticas dilatorias, mientras se aferraban a sus propias armas, pensando que los trabajadores empezarían a volver al trabajo mientras ellos imponían sus recortes.

Y lo irónico es que el proyecto de ley que se está tramitando en el parlamento pretende detener que las huelgas puedan tener un seguimiento del 100%, ¡cuando de todos modos ninguna ha sido del 100%! De hecho, los propios trabajadores del Sistema Nacional de Salud proporcionaron niveles mínimos de servicio, aunque este mínimo apenas exista normalmente, debido a la crisis del sistema sanitario.

En cuanto al TUC, su tímido “día nacional de acción” ni siquiera es nacional. Al igual que los líderes de la huelga, no está uniendo las protestas de los trabajadores de todo el país. Se pretende que haya protestas separadas en cada ciudad… Así que, una vez más, ¡la “unión” depende de la propia iniciativa de los trabajadores! Y lo que es más, ¡Ir a por todas, para crear la gran fuerza necesaria para vencer la negativa de la patronal y del gobierno a pagar! ¿Y por qué detenerse ahí? No son sólo aumentos salariales lo que necesita la clase obrera, ¡sino una transformación social de arriba abajo, bajo el control de los trabajadores (y no de los burócratas sindicales)!

Traducido de www.workersfight.org