La situación de Airbus contada por un trabajador del sector aeronáutico

Mayo de 2021

De todos es conocido como en este país, desde tiempos del dictador, se ha apostado por el sector hostelero y de la construcción, frente al industrial; por lo que las inversiones en proyectos de futuro menudean y los problemas sociales crecen por doquier.

Lamentablemente el sector en Sevilla y en Andalucía es el que tradicionalmente se ha planificado para este país: Sucursales de grandes multinacionales que fabrican productos con poco valor añadido, pero representando por sí mismas el único foco de trabajo estable, forzando así a la iniciativa pública a soportar sus políticas en formas de ayudas directas o indirectas que comprometen las inversiones en políticas sociales; además cuando les interesan se van y dejan comarcas enteras absolutamente desprotegidas, en Andalucía el caso de Linares es palmario. En otras zonas con más tradición industrial, y que, en teoría, deberían estar más protegidas, como por ejemplo Cataluña, el cerrojazo de Nissan, Bosch, Continental y U-Shain va a suponer, según el Govern, que se pierda un 25% del tejido industrial.

En el caso particular de Airbus nos encontramos con una auténtica reestructuración a nivel internacional. Si miramos las cifras de empleo del período 2019-2020 vemos como mientras que con la excusa de la Covid-19 y el tan cacareado desplome de los pedidos de nuevas aeronaves se ha destruido el 27% de los empleos en nuestro país y otro tanto en Gran Bretaña. En otros países no sólo no baja el nivel de empleo si no que se incrementan las líneas de producción. Respecto a los datos económicos, la otra pata de este problema, nos encontramos mucho mejor de lo que cabía esperar: el EBIT (beneficios antes de costes de capital e impuestos) ha subido un 180% en Airbus civil y un 290% en Militar.

Se trata claramente de una estafa monumental: Mientras que en Puerto Real, Illescas y Tablada hay naves vacías y sin uso; en otras partes, fundamentalmente de la Europa rica, se crean nuevas líneas de producción de alto valor añadido.

Las consecuencias ya las conocemos: se ha anunciado el cierre de Puerto Real y constatamos en la actualidad una falta de paquetes de trabajo preocupante en la Factoría de Tablada, lo que es advertido con preocupación por los trabajadores y trabajadoras.

En el conjunto de la unión europea ya se sabe que las formulas económicas puestas en marcha por los neoliberales, con la complicidad de la socialdemocracia, para afrontar crisis como las del 2008, solo conllevan precariedad, pobreza y una resolución totalmente injusta de una situación coyuntural en la cual muchos asumen la dureza de la situación, mientras unos pocos se enriquecen en la misma.

Desde la tierra a la que políticos y multinacionales han destinado únicamente para recibir turistas de “sol y la playa”, al trabajo precario y súper explotado y a la emigración sólo queda un camino: Compañeros, sólo la unidad y la solidaridad nos puede hacer vencer en estos momentos. Sólo la entrega y la dignidad individual y de clase nos pueden sacar a todos triunfantes de este envite.
Porque Puerto Real no se vende. Puerto Real no se rinde.

Firmado: La opinión de un trabajador de AIRBUS