El año electoral no debe frenar la lucha y movilización de los trabajadores y las clases populares

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marzo 2015

El 22 de marzo tendremos elecciones anticipadas en Andalucía. Susana Díaz decidió romper el pacto con IU para poder coger desprevenidos a todos los partidos y no dar lugar a un posible deterioro de su imagen.

Los cálculos politiqueros y electoralistas de Díaz para mantenerse en el poder no pueden engañarnos. Tanto el PP en el gobierno de Madrid, como el PSOE en Andalucía no han hecho más que gestionar, con matices, la crisis a favor de los capitalistas, aunque el PSOE diga que no ha recortado. Incluso el gobierno con IU no ha servido para frenar los ataques del PP desde el gobierno central. Cuando intentaron una ley para frenar los desahucios y ésta fue impugnada por Rajoy, no tuvieron siquiera la decencia de denunciarla y desobedecerla. Por lo menos intentar la insumisión civil ante el terrorismo bancario de los desahucios.

Está claro que IU les ha servido como comparsa para aparecer como lo menos malos ante la posibilidad de la llegada de la derecha.

Evidentemente mucha gente está harta de los recortes, del paro, de los desahucios, etc, y ve en este año electoral una forma de castigar al PP y al PSOE. Muchos se abstendrán, no participarán en las elecciones o votaran a las nuevas formaciones que prometen otro tipo de políticas.

Pero independientemente de nuestra opción electoral no nos cansaremos de repetir que el poder de la sociedad está en manos de los capitalistas a través de la propiedad privada de los medios de producción y que el aparato de Estado, aun siendo una democracia capitalista, no se controla con el voto.

Será necesario para poder frenar todos los ataques de la patronal, aparte de echar a Rajoy, mucho más que pedir un cambio electoral: será necesario crear una correlación de fuerzas a favor de los trabajadores que pueda imponer a la clase dominante nuestras reivindicaciones, aunque sean las más mínimas y de sentido común. Esta correlación de fuerzas a favor de los trabajadores y las clases populares solo es posible si luchamos y nos movilizamos en todos los sectores del mundo del trabajo y de la sociedad.